Amor, como eje vertebrador y energía vital de nuestra existencia, ese es el centro sobre el que gira la novela. Mario, un gran ejecutivo de éxito profesional, pero de triste vida personal, acaba estrellando su flamante deportivo en una calle de Madrid. Su cuerpo yace inerte: ¿accidente fortuito o lógica consecuencia?… ese es el dilema.
El libro es un canto a la alegría de vivir, un oasis en nuestro día a día que nos recuerda la importancia de disfrutar con cada pequeño detalle, con cada gran acontecimiento y de cada segundo de nuestro preciado aliento.